miércoles, 9 de mayo de 2012

Sanos y salvos.

Oh! 500 visitas... Estoy tan contenta que quiero daros las gracias con este songfic que creo es el mejor que he escrito y con una canción inmejorable... Espero os guste tanto como a mi.


Recuerdo las lagrimas que recorrían tu rostro,
cuando dije que nunca te dejaría ir,
cuando todas esas sombras mataron tu luz,
recuerdo que dijiste: No me dejes aquí solo.
Pero todo esto está muerto, se ha ido...
Y desaparecerá esta noche.

En esos momentos traté de alejar el dolor con hermosas palabras y promesas, alejar el miedo y la oscuridad con caricias y besos, pero las lágrimas nos delataron, jamás te había visto llorar hasta que te dije “nunca te dejaré ir”, lloraste e intentaste hablar... Pero sangre fue lo que salió en lugar de hermosas palabras, la oscuridad corrompía tus venas y tu corazón y yo intenté que no te esforzaras pero a cambio tuve tus últimas palabras “No me dejes aquí solo...” Pero todo esto ha desaparecido, se ha desvanecido, perdido en la noche.

Solo cierra los ojos,
el sol se está escondiendo,
vas a estar bien,
nadie puede herirte ahora,
ven, luz de la mañana,
tú y yo estaremos sanos y salvos.
 
Te pedí que cerraras los ojos, el anochecer sobre nuestras cabezas... Nadie podrá herirte nunca más, “pronto llegará la mañana” susurré, “tú y yo estaremos sanos y salvos”.

No te atrevas a mirar por la ventana cariño,
Todo está ardiendo,
la guerra ahí afuera continúa arreciando,
aférrate a esta canción de cuna,
Aún cuando la música se vaya...
Se vaya...
 
No puedo mirar por la ventana porque todo está ardiendo y siento miedo, pero sé que aún estás a mi lado, la guerra sigue y sólo puedo cantarte al oído rogando porque mi canto te proteja aún cuando se extinga... Cuando se vaya contigo.

Solo cierra los ojos,
el sol se está escondiendo,
vas a estar bien,
nadie puede herirte ahora,
ven, luz de la mañana,
tú y yo estaremos sanos y salvos.

 

Te pedí que cerraras los ojos, la noche estaba al caer y tu vida se va yendo cómo arena entre los dedos, pienso que así nunca más nadie podrá herirte y eso me da fuerzas para mentir, “pronto llegará la mañana” susurré, “tú y yo estaremos sanos y salvos...

Solo cierra los ojos,
vas a estar bien,
ven, luz de la mañana,
tú y yo estaremos sanos y salvos.

Tus ojos se cierran y mi llanto toma el control, me repito una y otra vez que estarás bien, la luz de la mañana vendrá y nos llevará juntos y entonces tú y yo estaremos sanos y salvos, jamás nadie nos hará daño... “Sanos y salvos.”

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